La Zubia se encuentra en una privilegiada localización y entorno, como
puerta de entrada al Parque Natural de Sierra Nevada, en la conocida
como Campana granadina y rodeada de fértiles tierras. Es un municipio
que guarda las huellas de los asentamientos, poblaciones y culturas que
han pasado por estos lugares, con un rico patrimonio
histórico-artístico. Además cuenta con áreas recreativas, bellos
prados, cuevas y cerros que fomentan el turismo activo. Uno de sus
principales atractivos naturales es el gigantesco árbol que preside el
Parque de la Encina, un ejemplar de más de 700 años declarado monumento
vegetal.
De época romana se conserva un ara romana con una inscripción latina
borrada, ya que fue reutilizada como base para erigir la cruz de San
Antón en una de las calles del municipio. En el período nazarí ya era
citada con su nombre como “alquería en las afueras de Granada”. Su
topónimo significa lugar de retiro o ermita, az-Zuwia, lo que ha hecho
suponer a más de un historiador que su fundación está relacionada con
la existencia de algún religioso musulmán, cuyos devotos comenzarían la
construcción de viviendas en el actual emplazamiento de la localidad.
En
los anales de este municipio también ha quedado marcada la historia que
relaciona a La Zubia con la reina Isabel La católica. Se cuenta que en
uno de los ataques de soldados de Boadbil buscó amparo entre uno
frondoso laurel, conocido desde entonces como ‘El laurel de la reina’,
y dirigió sus plegarias a San Luis. Ganado este enfrentamiento, más
tarde la reina mandaría levantar en este emplazamiento el convento de
San Luis. Una vez acontecida la expulsión de los moriscos y la
repoblación cristiana con castellanos principalmente, su población ha
experimentado un importante desarrollo y crecimiento que se ha
acentuado en las últimas décadas debido a su cercanía con la capital
granadina.
La gastronomía de La Zubia está basada en los productos típicos de la
zona. Su recetario popular y tradicional se nutre de platos como las
migas, las patatas a lo pobre, los pucheros y el arroz caldoso. De sus
carnes destaca el conejo que se cocina al ajillo, mientras que el
cordero segureño se elabora al horno. De la repostería destacan las
tortas de almendra, los roscos, las magdalenas y los alfajores.